Si bien las creencias limitantes son
motivo de enfermedad, las emociones pueden tener un mayor y fuerte efecto sobre
nuestra salud. Si estamos sintiendo emociones benéficas en forma mayoritaria,
presentamos una gran resistencia a las enfermedades. Si estamos sintiendo altos
grados de emociones negativas, la salud se ve desestabilizada.
Las emociones, positivas y negativas,
son disparadores de muchas sustancias químicas al interior del cuerpo. Las
emociones negativas, al ser repetitivas en el tiempo, producirán trastornos en
el funcionamiento natural de los órganos relacionados a estas emociones.
Dependiendo si se trate de miedo, tristeza o rabia que sentimos gatillada por
una supuesta causa externa, se afectarán distintas partes del cuerpo.