jueves, 20 de septiembre de 2012

Los peligros de un diagnostico medico


El cuerpo físico siempre nos está enviando mensajes respecto a cómo estamos alineados con lo que realmente somos. El mensaje puede llegar en forma de cansancio, ansiedad, depresión o también directamente con la afección de un órgano del sistema biológico.

Cuando se afectan los órganos del cuerpo físico, ya sea por enfermedad o por un incidente,  estamos recibiendo un mensaje relacionado directamente a la función que cumple el órgano en cuestión. De esta menara, cuando afectamos un órgano del cuerpo es fácil detectar cual de todas las funciones biológicas pensamos que se encuentran en riesgo en este momento en nuestra vida y podemos hacer algo al respecto. Por ejemplo, si nos sentimos muy abrumados y asfixiados en un ambiente con relaciones toxicas, podemos sufrir de asma.

Cuando estamos afectados con resultados que tienen influencia en el ánimo o vitalidad, sin afectar los órganos del cuerpo directamente, es posible que el mensaje se relacione más con cuestiones existenciales que se encuentran reconocidas conscientemente a nivel mental. La enfermedad biológica no se manifiesta porque la problemática queda retenida conscientemente en la mente. Así, la misma persona que está en medio de relaciones toxicas puede manifestar depresión y no asma.

Últimamente la ciencia ha avanzado mucho en la investigación que explica cada una de las enfermedades relacionadas los pensamientos que albergamos en la mente. El libro de Louisa L. Hay “Sana tu Cuerpo”, nos entrega importante información de este tema. Sin embargo, podemos reconocer que aun leyendo el valioso contenido que tiene  esta información, se nos hace difícil llegar a dimensionar que nuestra enfermedad es realmente creada por la propia mente y las ideas erradas que tenemos sobre nosotros mismos.

En estos tiempos se sabe mucho de este tema en forma abierta, pero aun es muy poco utilizada a nivel de los consultantes  y de la medicina actual. Los médicos, en su gran mayoría, aun no asumen que la mente tenga este poder de crear la enfermedad. Cuando un paciente va a una consulta médica común, con frecuencia su enfermedad es diagnosticada como que la persona tiene esa condición, o sea, si tiene alta la glicemia (alto nivel de azúcar en la sangre) el paciente se convierte en un diabético. En realidad hay una gran diferencia cuando podríamos afirmar que esa persona con altos niveles de azúcar en su sangre tiene en ese momento la condición de diabetes, pero que no se ha transformado en un diabético.

Esta sutil pero enorme diferencia podría separar lo que es una condición del momento con una condición permanente. Cuando una persona es diagnosticada con el nombre de la enfermedad, se pueden cerrar las puertas a su sanación. En estos casos la mente puede jugar en contra de su claridad para buscar las soluciones, lo que hace decaer el sistema inmunológico que es el sistema más importante de sostener en ese momento.

Si la persona que busca su sanación deja de llamarse paciente (que se relaciona mas con una víctima de una enfermedad) y pasa a ser un consultante o cliente que entiende y comprende que su diagnostico es una condición temporal, sale de la consulta con una gran tarea en su mano: descubrir cuál es esa patrón mental que crea su enfermedad para cambiarlo. Si la persona sale de la consulta con un diagnostico que lo transforma en un enfermo, se debilita su poder para encontrar la sanación.

La mente es muy fácil de engañar y por eso se debe tener la precaución de concebir la posibilidad cierta de que solo se trate de un estado temporal que puede modificase en cualquier momento con cierta introspección o con la ayuda adecuado según sea el caso. Algunos científicos ya han demostrado que todos presentamos muchas enfermedades que a veces llegan a manifestarse y que luego desaparece sin haber sido advertidas y otras permanecen en estado latente hasta que se den las condiciones para que lo hagan. Si un diagnostico nos encierra en una enfermedad X, la persona tiene la tendencia a quedarse allí sin esperar salir de esa condición.

Para evitar todo esto, sería más conveniente que nos informemos de cuáles son los patrones que crean nuestra enfermedad en el menor tiempo posible para revertirla, en vez de que nos quedemos con el diagnostico y busquemos quien nos pueda quitar la enfermedad. O sea, resulta más adecuado la educación respecto a este tema, que un sistema de salud muy bien implementado.

Si ya existe mucha información que explica la creación de nuestras enfermedades, podríamos sacar más partido a ella y gastar menos tiempo y recursos mientras buscamos ayuda externa. Toda ayuda médica, con fármacos y otros, pueden ser un muy buen soporte para mantenernos en mejor estado, pero no somos dependientes de estos para sanar.

Un diagnostico medico puede hacer estragos en una persona si esta no comprende en profundidad lo que eso significa y cuando el diagnostico informa que se trata de una enfermedad genética, los estragos pueden ser aun mayores. Podemos comprender que los genes son perfectamente modificados por nosotros corrigiendo los patrones que heredamos de la persona que tenía esa enfermedad con anterioridad. Los genes no son más poderosos que nosotros y nuestra conciencia. Solo nuestras ideas erróneas sobre nosotros mismos pueden permitir que una enfermedad nos consuma y nos mantenga prisioneros.
Si reconoces tu poder ninguna enfermedad te podrá acompañar por mucho tiempo.

Patricia González.
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2 comentarios:

  1. Buenas,
    Mis felicitaciones por el post en particular y por el blog en general. Muchas gracias por compartirlo.

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  2. Gracias Alicia. Me alegro mucho cuando me entero de que mis palabras colaboran a nuestro bienestar. Gracias por escribir. Patricia.

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